Bienvenidos Nigromantes al blog de esta semana.
Hoy estaremos hablando acerca de la manera ideal de curar tu nuevo tatuaje, cosas que debes evitar mientras está en proceso de curación y cosas que vamos a evitar de ahora en adelante.
Para empezar, nuestro nuevo tatuaje deberá pasar unas 3-4 horas tapado con film (desde que nos lo hacen) eso sí, hay algunos que requieren más tiempo, en este caso tu tatuador o tatuadora te lo indicará.
Tras este tiempo, lo destaparemos y lo lavaremos bien con agua y jabón neutro, sin frotar y hacernos daño, pero eliminando restos de sangre y tinta.
Posteriormente lo secaremos con papel de cocina MUY IMPORTANTE que sea de cocina porque es el único que no deja residuos (no usaremos nunca algodón, toallas, papel de wc ni cualquier otro) ya que esto podría provocar una infección. Una vez limpio y bien seco, procederemos a aplicar una fina (MUY FINA) capa de crema recomendada por el especialista, nunca abusaremos de la crema porque podemos provocar una sobrehidratación e incluso una infección, la capa debe de ser muy fina y transparente de manera que la piel no quede humedecida. Tampoco usaremos cremas no recomendadas o no específicas para el cuidado de los tatuajes porque podemos estropearlo.
Este proceso lo vamos a repetir 3 veces al día durante los próximos 15 días.
(A excepción de la crema, esto deberemos de observarlo porque hay tipos de piel que precisan 3 veces y otros que solamente una, así que observaremos cómo se comporta la nuestra y le pondremos únicamente cuando el tatuaje se seque del todo, más vale pecar de seco que de húmedo).
No deberemos vendar ni tapar nuestro tatuaje, a excepción de que el especialista nos lo recomiende en nuestro caso personal.
Tampoco vamos a exponerlo a la luz directa del sol (ni rayos uva, ni nada por el estilo) mientras está en proceso de curación, una vez esté curado, siempre que vayamos a hacerlo, lo protegeremos con cremas de protección solar factor alto, esto evitará que se estropee y se conserve más vivo y mejor con los años. (La luz del sol se lleva muy mal con los pigmentos de la tinta y desgasta muy rápidamente el color, nuestro tatuaje nuevo, puede parecer en cuestión de meses ,que tiene ya muchos años si no nos cuidamos adecuadamente).
No iremos a bañarnos en el mar, ni en piscinas, ríos, etc, mientras el tatuaje está en proceso de curación (15 días como mínimo) porque es una herida abierta y supone una mala curación e infección inminente.
También evitaremos las saunas durante este tiempo y si hacemos deporte, cuidaremos de no dañarlo y lo lavaremos inmediatamente después del ejercicio.
Es normal que durante los primeros días expulse tinta y “babas” del color de la tinta, esto es plasma y exceso de tinta. Después se empieza a secar y a formar una fina capa de costra, también del mismo color que el tatuaje, que posteriormente se caerá y una vez se caiga, abajo quedará el color definitivo y la piel nueva y brillante, que poco a poco se irá normalizando. Es en este momento cuando empieza a picar, podemos aliviarnos a toquecitos pero no podremos rascarnos frotando porque podemos arrancar esa capa de costra y la tinta se iría detrás. (Nos quedarían zonas sin pigmentar).
¿Y tú, te curas adecuadamente? ¿Sabías todo esto?