Bienvenidos Nigromantes al blog de esta semana.
Estamos en Fallas aquí en Valencia y con ellas se aproxima la esperada llegada del calor, el sol, las terracitas…
Hemos de saber que el sol se lleva bastante mal con los tattoos, podríamos decir que es uno de sus peores enemigos. Sin embargo, hay ciertas cosas que podemos hacer para mejorar las circunstancias.
Al tomar el sol, los pigmentos naturales de la piel hacen que se oscurezca, sin embargo los de los tatuajes hacen que se aclaren. Esto se debe a una oxidación del pigmento que forma la tinta, producida por el sol.
Cuanto más nuevo sea nuestro tatuaje, más probabilidades tiene de estropearse. Deberemos evitar la exposición totalmente durante los primeros 15 días desde la realización del tattoo y, a posteriori, siempre que vayamos a exponernos, deberemos usar cremas de protección solar con factor alto y reaplicarlas a menudo, cuando sea necesario. Esto evitará que los colores se desgasten tanto.
Las tintas de colores como el amarillo, rojo, blanco… son todavía más sensibles al sol, deberemos tener especial cuidado si nuestros tattoos son a color.
No os quepa duda que tomando las medidas necesarias, nuestros tatuajes se verán muchísimo mejor durante muchísimo más tiempo y recuerda, acude siempre a un sitio especializado y tu profesional de confianza se encargará de asesorarte en todo lo que precises.