Bienvenidos Nigromantes, en el blog de hoy hablaremos de la famosa tinta blanca.

¿Qué es? ¿Para qué se utiliza? ¿Qué pros y contras tiene?

Empezaremos comentando que la tinta blanca es una de las más complicadas de usar en el mundo del tattoo, dado que es un pigmento difícil a la hora de que quede bien a lo largo del tiempo. ¿Por qué? Por muchos factores. De por sí el pigmento blanco con el paso del tiempo tiende a “degradarse” con el color de la piel, a no ser que tu tono de piel sea muy muy claro, el pigmento blanco suele desaparecer u oscurecerse pasando a ser un color ocre, crema o incluso gris amarillento si no se trata adecuadamente. En esto influyen muchos factores, el desgaste que de por sí sufren los tattoos con el paso del tiempo, el sol que siempre es el peor enemigo de la tinta y especialmente la de colores como el blanco, una mala aplicación o curación, el tono propio de tu piel…

Entonces, ¿por qué usar tinta blanca?

Cuando se usa para dar puntos de luz en un tattoo, puede ser muy interesante el efecto de “vida” que aporta, no obstante no debemos abusar de ella por los problemas mencionados anteriormente, sería una tinta para dar ligeros toques de acabado y no para incluir en la gama de colores con la que poder cubrir una pieza grande, como pasaría con el resto de pigmentos.

A menudo comentáis qué ocurriría si usásemos tinta blanca sobre piel oscura y sorprendentemente, al contrario de lo que se suele creer, es donde más problemas da. Cuanto más oscura sea la piel, más problemas dan los colores porque no se van a conservar y distinguir tan vivos como sobre una piel muy clara, similar a lo que ocurre cuando pintamos sobre un folio blanco y sobre una cartulina de color, los colores no se aprecian igual. Del mismo modo ocurre con la tinta blanca, si la aplicamos sobre una piel clara, destacará ciertos puntos de luz y bajo una curación correcta y una buena conservación, durará un tiempo hasta que “desaparezca”. Sin embargo, si la aplicamos sobre piel oscura, quizá en un principio inmediatamente después de ponerla se vea bien, pero en cuestión de unos pocos meses se habrá convertido en un color ocre que no beneficia en nada a nuestro tattoo.

Siempre es conveniente preguntar a nuestro profesional cualificado de confianza para aclarar estos aspectos antes de tatuarnos, puesto que ellos son los que mejor te sabrán informar acerca de tu tipo de piel y las limitaciones que ésta presenta.

A menudo si nos dejamos guiar por el buscador de Internet, encontraremos imágenes retocadas y manipuladas que debemos tener claro que en su gran mayoría no son reales, las cuales hacen parecer algo como realmente no es, aquí os dejamos un ejemplo de una de ellas:

 

Una imagen bastante más realista acerca de este tipo de pigmento, sería por ejemplo esta, en la cual podemos observar como aún sin ser una piel excesivamente oscura el blanco ya se ha degradado y ha adoptado una tonalidad más amarillenta de lo que era en un principio, ¡Y tan sólo han pasado 2 meses!:

 

¿Significa esto que no debemos permitir tatuarnos con tinta blanca nunca más?

Evidentemente no, como hemos dicho antes, lo mejor es comentar tu idea al profesional que se vaya a encargar de realizar el trabajo, acudir siempre a alguien cualificado y de confianza, para que resuelva todas tus dudas, sepa dónde y cómo se debe usar el blanco en caso de que tu piel lo permita y tenga en cuenta todas estas cuestiones.

 

Un tatuaje es para siempre, dejaros asesorar por un profesional, y haced que vuestro tatuaje, realmente sea eterno.

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